miércoles, 16 de octubre de 2013

NIÑOS Y ADOLESCENTES EN EMERGENCIAS Y DESASTRES


NIÑOS Y ADOLESCENTES EN EMERGENCIAS Y DESASTRES.

Los desastres pueden crear miedo, confusión e inseguridad en los niños. Ya sea que un niño haya sufrido personalmente un trauma, haya simplemente visto el evento en televisión o haya escuchado a los adultos hablar de ello, es importante que los padres y maestros estén informados y listos para ayudarlos si comienzan a reaccionar a la tensión.

Puede que los niños respondan a un desastre demostrando sus miedos, tristeza o problemas de conducta. Los niños más jóvenes pueden regresar a patrones de conducta anteriores, como mojar la cama, problemas de sueño y ansiedad de separación. Los niños mayores también pueden demostrar coraje, agresión, problemas escolares o verse retraídos. Algunos niños podrían desarrollar estrés aunque sólo tengan contacto indirecto con el desastre, pero que lo hayan visto en la televisión.
¿Quién está a riesgo?
Para muchos niños, las reacciones a desastres son breves y representan reacciones normales a "eventos anormales". Un pequeño número de niños podría estar a riesgo de estrés psicológico más duradero como una función de tres factores mayores de riesgo:
Exposición directa al desastre, como ser desalojado, observar lesiones o muerte de otros, o sufrir lesiones además de sentir miedo de que la vida de uno esté en peligro.
Pérdida/angustia: Esto tiene que ver con la muerte o lesión seria de familiares o amigos.
Estrés continuo de los efectos secundarios de un desastre, como vivir provisionalmente en otro lugar, perder amigos o redes sociales, perder propiedad personal, desempleo de los padres y gastos incurridos en la recuperación de llevar a la familia a condiciones previas al desastre.
¿Qué crea las vulnerabilidades en los niños?
En la mayoría de los casos, dependiendo de los factores de riesgo descritos arriba, las respuestas al estrés son temporales. Por lo general los síntomas disminuyen con el tiempo si no sienten una amenaza severa a la vida, lesión, pérdida de seres queridos o problemas secundarios, como pérdida de vivienda, mudanza, etc. Para las personas directamente expuestas al desastre, los recordatorios del desastre como fuertes vientos, humo, cielos nublados, sirenas u otros eventos podrían ocasionar que se sientan preocupados por regresar. Tener un historial de algún tipo de evento traumático o estrés severo podría contribuir a estos sentimientos.
A menudo, la manera en que los niños lidian con desastres o emergencias depende de la manera en que los padres lidian con el evento. Pueden sentir los miedos y las tristezas de los adultos. Los padres y adultos pueden hacer que los desastres sean menos traumáticos para los niños tomando medidas para manejar sus sentimientos y planificar para lidiar. Casi siempre, los padres son la mejor fuente de apoyo para los niños en desastres. Una manera de establecer un sentido de control y desarrollar confianza en los niños antes de un desastre es involucrarlos y hacerlos que participen en la preparación de un plan familiar para desastres. Después de un desastre, los niños pueden contribuir a un plan familiar para recuperación.
La reacción de los niños a los desastres según la edad
A continuación reacciones comunes de los niños después de un desastre o evento traumático.
Nacimiento a 2 años. Cuando los niños de edad que no pueden hablar sufren un trauma, no tienen las palabras para describir el evento o sus sentimientos. Sin embargo, pueden retener los recuerdos de visiones, sonidos u olores particulares. Puede que los bebés reaccionen al trauma poniéndose irritables, llorando más de lo usual o queriendo que los sujeten y abracen
Preescolar - 3 a 6 años. A menudo, los niños preescolares se sienten vulnerables e inútiles frente a un evento abrumador. Debido a su edad y pequeño tamaño, no tienen la capacidad de protegerse ellos mismos o a otros. Como resultado, sienten intenso miedo e inseguridad de separarse de sus cuidadores. Los preescolares no pueden entender el concepto de pérdida permanente. Pueden ver que las consecuencias son reversibles o permanentes. En las semanas después de un evento traumático, las actividades de juego de los preescolares pueden recrear el incidente o el desastre una y otra vez.
Edad escolar - 7 a 10 años. Los niños de edad escolar tienen la capacidad de entender la permanencia de una pérdida. Algunos niños se preocupan intensamente con los detalles de un evento traumático y quieren hablar de eso constantemente. Esta preocupación puede interferir con la concentración de los niños en la escuela y el desempeño escolar puede deteriorarse.
Pre-adolescente a adolescente - 11 a 18 años. Según los niños crecen, desarrollan una comprensión más sofisticada del evento de desastre. Sus respuestas se asemejan más a la de los adultos. Los adolescentes pueden participar en conductas peligrosas, tomar riesgos, como conducir irresponsablemente, o usar drogas o alcohol. Puede que otros tengan miedo de salir de casa y eviten tantas actividades como antes. La actividad de muchos de los adolescentes es moverse por el mundo. Después de un trauma, la visión del mundo puede parecer más peligrosa e inseguraCubrirlas necesidades emocionales de los niños
Las reacciones de los niños están influenciadas por la conducta, los pensamientos y los sentimientos de los adultos. Los adultos deben exhortar a los niños y adolescentes a compartir sus pensamientos y sentimientos sobre el incidente. Aclare los malos entendidos sobre riesgos y peligros escuchando las preocupaciones de los niños y respondiendo sus preguntas. Mantenga un sentido de calma validando las preocupaciones y percepciones de los niños y discutiendo planes concretos para estar seguros.
Escuche lo que digan los niños. Si un niño joven hace preguntas sobre el evento, contéstele de manera sencilla sin la elaboración necesaria para un niño mayor o un adulto. Algunos niños se sienten reconfortados al conocer mayor o menor información que otros; decida el nivel de información particular que necesita su niño. Si un niño tiene dificultad para expresar sus sentimientos, permítale hacer un dibujo o contar la historia de lo que pasó.
Trate de entender lo que está ocasionándole ansiedad y miedo. Sepa que, después de un desastre, los niños sienten miedo de que:
·         El evento ocurrirá de nuevo.
·         Alguien cercano a ellos muera o se lesione.
·         Se quedarán solos o se separen de la familia.
·         Reconfortar a los niños después de un desastre
Use redes de apoyo
Los padres ayudan a sus niños cuando toman los pasos necesarios para entender y manejar sus sentimientos y maneras de lidiar. Pueden hacer eso desarrollando y usando sistemas de apoyo social de familia, amigos, organizaciones y agencias comunitarias, instituciones de fe u otros recursos que funcionen para esa familia. Los padres pueden desarrollar sus propios sistemas de apoyo social únicos de manera que en una situación de emergencia, o cuando ocurra un desastre, puedan recibir el apoyo y la ayuda para manejar sus reacciones. Como resultado, los padres estarán más disponibles para sus hijos y mejor preparados para apoyarlos. Casi siempre los padres son la mejor fuente de apoyo para sus niños en momentos difíciles. Pero, para apoyar a sus niños, los padres necesitan atender sus propias necesidades y tener un plan para su propio apoyo.
Prepararse para desastres ayuda a todos en la familia a aceptar el hecho de que los desastres ocurren, y provee la oportunidad de identificar y tener los recursos necesarios para cubrir las necesidades básicas después de un desastre. La preparación ayuda; cuando las personas se sienten preparadas, lidian mejor con desastres y sus hijos también.
Cómo ayudar a jóvenes sobrevivientes del trauma
La ayuda para los niños comienza en la escena del evento. Quizás tenga que continuar por semanas o meses.
La mayoría de los niños se recuperan en pocas semanas. Algunos necesitan ayuda durante más tiempo. Recuperarse del dolor/la pena (respuesta emocional profunda ante la pérdida) puede tomar meses. El dolor/la pena podría ser por un ser querido o profesor. Podría ser por un amigo o una mascota. El dolor/la pena profunda  puede volver a experimentarse o empeorar al escuchar los informes de noticias o en el aniversario del evento.
Es posible que algunos niños necesiten ayuda de un profesional en salud mental. Es posible que otras personas busquen otros tipos de ayuda. Ellas pueden recurrir a líderes religiosos. Ellas pueden recurrir a líderes comunitarios.
Identifique a los niños que necesiten más apoyo. Ayúdelos a obtenerlo. Supervise su recuperación.
Identifique a los niños que:
·         Se niegan a ir a lugares que les recuerdan del evento
·         Parecen insensibles emocionalmente
·         Demuestran pocas reacciones ante el evento
·         Se comportan de manera peligrosa
·         Es posible que estos niños necesiten más ayuda.
En general, los ayudantes adultos deben:
Prestar atención a los niños
·         Escucharlos
·         Aceptar/ no argumentar sobre sus sentimientos
·         Ayudarlos a enfrentar la realidad de sus experiencias
Reducir los efectos de otras cosas estresantes como las siguientes
·         Largos periodos lejos de la familia y los amigos
·         Presiones en la escuela
·         Problemas de transporte
·         Peleas dentro de la familia
·         Tener hambre
Supervisar su recuperación
·         Lleva tiempo
·         No ignorar reacciones graves
·         Prestar atención a cambios repentinos de comportamiento, uso del lenguaje, o  estado emocional/sentimental
Recordar a los niños que los adultos
·         Los aman
·         Los apoyan
·         Estarán con ellos cuando sea posible

Cómo reaccionan los niños al trauma.

Las reacciones de los niños al trauma pueden ser inmediatas. Las reacciones también pueden aparecer mucho tiempo después. Las reacciones varían en intensidad. También cubren una variedad de comportamientos. Es posible que las personas de diferentes culturas tengan sus propias formas de reaccionar. Otras reacciones varían según la edad.
Una respuesta común es la pérdida de confianza. Otra es el miedo a que el evento vuelva a ocurrir. Algunos niños son más vulnerables a los efectos del trauma. Es posible que los niños que ya tengan problemas de salud mental resulten más afectados. Es posible que los niños que han experimentado otros eventos traumáticos resulten más afectados.
Niños de 5 años de edad o menos
Los niños menores de 5 años pueden reaccionar de varias formas:
·         Tener expresiones faciales de miedo
·         Aferrarse a sus padres o persona a cargo de su cuidado
·         Llorar o gritar
·         Quejarse/lloriquiar y temblar
·         Moverse sin propósito alguno
·         Llegar a ser inmóvil (no moverse)
·         Volver a comportamientos comunes de un niño de menor edad
·         Chuparse el dedo
·         Orinarse en la cama
·         Tener miedo a la oscuridad
Las reacciones de los niños pequeños están fuertemente influenciadas por las reacciones de los padres al evento.
Niños de 6 a 11 años
Los niños entre 6 y 11 años tienen una serie de reacciones. Es posible que:
·         Se aíslen
·         Se vuelvan reservados cuando están entre amigos, familiares, y profesores
·         Tengan pesadillas u otros problemas para dormir
·         Se vuelvan irritables o revoltosos
·         Tengan arrebatos de ira
·         Inicien peleas
·         Sean incapaces de concentrarse
·         Se nieguen a ir a la escuela
·         Se quejen de problemas físicos sin motivo
·         Desarrollen miedos sin motivo
·         Se depriman
·         Se llenen de culpa
·         Se sientan insensibles emocionalmente
·         Salgan mal en la escuela y hagan mal las tareas.
Adolescentes de 12 a 17 años
Los adolescentes entre 12 y 17 años reaccionan de diferentes formas:
·         Tienen escenas retrospectivas del evento traumático (las escenas retrospectivas consisten en que la mente revive el evento)
·         Evitan recordatorios del evento
·         Consumen y abusan el uso del tabaco, alcohol, y drogas
·         Tienen comportamiento antisocial, por ejemplo, comportamiento revoltoso/negativo, irrespetuoso, o destructivo
·         Se quejan de dolores físicos
·         Tienen pesadillas u otros problemas para dormir
·         Se aíslan o tienen confusión
·         Se deprimen
·         Tienen pensamientos suicidas
·         Los adolescentes pueden sentirse culpables. Es posible que sientan culpa por no poder evitar heridas o muertes. También pueden tener pensamientos de venganza.
Las reacciones de los niños al trauma pueden ser inmediatas o pueden aparecer mucho tiempo después.



PROTOCOLO BÁSICO. 
PREVIO A CUALQUIER OTRO PROTOCOLO
(Jarero et al., 1998)
Se inicia con un ejercicio de integración (el objetivo es captar la atención de los niños y establecer raport). Nosotros utilizamos a una muñequita mexicana llamada Lupita, un tamborcito y un delfín (que se mete en la mano y se mueve con los dedos).
Lo importante es lograr los objetivos,empleando las técnicas que El/la profesional en salud mental prefieran.La muñequita Lupita, presenta a sus amiguitos el tamborcito y el delfín.
Con el tamborcito en forma de catarina, El/la terapeuta toca un sonido grave y les pide a los niños que se acerquen a El/ella como gigantes, y al tocar un sonido agudo, les pide que se alejen como enanitos (los objetivos son: a) Que los niños se familiaricen con el espacio de trabajo/juego, b) Que los niños se aproximen físicamente al terapeuta, para obtener raport y ganar su confianza, c) Que los niños se integren al grupo).
Con el delfín El/la terapeuta hace bocas abiertas, grandes y chiquitas, boca alegre, boca triste, boca aburrida, boca con miedo, boca con enojo, etc. – y los niños la/lo siguen, haciendo las mismas expresiones que el delfín (CISM/ICISF: el objetivo es llevarlos de lo cognitivo a lo emocional).
En el paso siguiente, El/la terapeuta les pide cerrar los ojos e irse con su imaginación a un lugar donde se sientan tranquilos y a salvo. Una vez ahí, se les pide que con el pulgar de una mano se toquen la otra mano, ya que lo hicieron, se les dice que ahí donde se tocaron, está un botón invisible, para que en el futuro, con solo tocarlo puedan volver a ese su lugar seguro. Otra forma de anclaje es mediante taping en las rodillas o el “abrazo de la mariposa”. (EMDR: el objetivo es enseñarles esta técnica/recurso, para que la empleen cuando la necesiten y anclarla con el “botón invisible”, taping en las rodillas o el abrazo de la mariposa).
Después El/la terapeuta les pregunta que colores vieron en su lugar seguro y espera a que los niños respondan (el objetivo es verificar que los niños encontraron su lugar seguro).
Al término de este ejercicio, El/la terapeuta les dice: levanten la mano los que han ido a México; ahora levanten la mano los que han ido al polo norte; ahora los que tienen problemas para dormir; ahora los que tienen miedo; ¿cuántos niños sienten todavía tristeza?; ¿quién tienepesadillas en las noches? ¿Quiénes estánenojados?; ¿Quiénes recuerdan a menudo el huracán?
Estas preguntas se hicieron por sugerencia de la Dra. FrancineShapiro como una forma de medir el impacto del evento antes y después de aplicado el protocolo y son una forma modificada de la Escala de Impacto del Evento (Horowitz, 1979)
Se deben de contar los niños que levantan la mano y si es posible (si todavía permanecen en el albergue) volver a hacer las mismas preguntas, al mismo grupo, una o dos semanas después de aplicado el protocolo, registrando las variaciones que se presenten.
El/la terapeuta agrega: es normal que ustedes se sientan así, son niños y niñas normales que sufrieron una experiencia anormal, por lo que es normal que tengan esos sentimientos.
También es normal tener sentimientos diferentes a los de otros niños, pues cada quien siente diferente y eso es normal.
(CISM/ICISF: El objetivo es validar los signos y síntomas del estrés postraumático).
El/la terapeuta prosigue: Es importante que leplatiquen a quien más confianza le tengan como se sienten, platicar los va a ayudar a sentirse mejor (CISM/ICISF: El objetivo es ayudar al proceso de recuperación).
Durante este protocolo y todos los demás protocolos, los demás profesionales en salud mental, forman un “Cuerpo de Protección Emocional” (CPE) alrededor de los niños, para estar pendientes de sus reacciones emocionales y auxiliarlos cuando se considere necesario.
PROTOCOLO DEL DIBUJO LIBRE
SE RECOMIENDA PARA GRUPOS GRANDES.
PREVIO A ESTE PROTOCOLO, HACER 
EL PROTOCOLO BÁSICO.
Personal y materiales.
Un facilitador (profesional en salud mental) y por lo menos un asistente (Cuerpo de Protección Emocional) por cada grupo de 15 a 20 niños.
Si son pocos terapeutas, los grupos pueden ser más grandes.
Papel y crayones.
Tablas o escritorios, de ser posible.
Procedimiento.
Pedirle permiso a los papás para que dejen participar a sus hijos. Explicarles que nuestro trabajo solo parece un juego, pero que es muy importante para la salud mental de sus hijos.
Hacer los grupos tan homogéneos en edad como sea posible.
Sentar a los niños en círculo y repartirles una hoja blanca y una crayola a cada uno.
Pedirle a los niños que escriban su nombre y edad en cada hoja de papel (en letras chiquitas, para que no ocupen toda la hoja). Si los niños no saben escribir, los miembros del CPE lo harán por ellos.
Pedirle a los niños que dibujen lo que quieran.
Nota: Los integrantes del CPE (Cuerpo de Protección Emocional) tendrán más hojas blancas y crayolas en una bolsa de plástico.
Se les darán más hojas blancas a los niños, conforme ellos entreguen sus dibujos (deben de usar los dos lados de las hojas) con sus nombres y edades (el objetivo es cuidar que se emplee correctamente el material, que de por sí es escaso en esas circunstancias).
Si quieren otra crayola, le regresan al terapeuta la que estaban usando, se les da la nueva y así sucesivamente (El objetivo es mantener un contacto continuo con los niños). Los integrantes del CPE deben de numerar los dibujos en el orden en que fueron dibujados, con el objeto de estudiar más tarde el procesamiento del material traumático.
Conforme los niños dibujan, los integrantes del CPE los observan, pasando por detrás de ellos constantemente.
Si a criterio de los integrantes del CPE, los dibujos pueden representar angustia, miedo, enojo, tristeza, etc. (solo uso de color negro, caóticos, solo rayones, solo genitales, omisión de manos, omisión de dedos, cabeza sin detalles.). Se colocan atrás del niño (en cuclillas o sentado) y le hace taping en los hombros (EMDR: Estimulación bilateral) mientras que el niño dibuja. Solo eso. Sin hablar y sin dar ninguna explicación no pedida del por que del taping (dado que los niños se encuentran en ese momento preciso en un nivel emocional, no es deseable llevarlos mediante explicaciones no solicitadas, a un nivel cognitivo). Por otra parte, los niños experimentan el taping como una muestra de afecto por parte del terapeuta). Si llegan a preguntar el por que del taping, se les puede decir: "Para que te sientas mejor"
Cuando el niño haya terminado, se le puede preguntar que dibujó. Si el niño no contesta, no importa, puede hacer otro dibujo y el terapeuta sigue haciéndole taping en los hombros (EMDR: Estimulación bilateral)
Si después de 5-7 dibujos no hay cambio, se debe de identificar perfectamente a ese niño, para posteriormente trabajar de forma individual con él, siguiendo los protocolos establecidos de EMDR.
La duración de este ejercicio es de 20 a 30 minutos, pero el grupo es el que da la pauta sobre la duración.
Al terminar. Todos los niños regresan las crayolas y los integrantes del CPE guardan todos los dibujos, cerciorándose de que tengan nombre y edad. Esto es importante para posteriormente estudiar los dibujos e identificar a los niños que de acuerdo a nuestro criterio necesitan terapia individual con EMDR.
El/la terapeuta les pide que cierren los ojos y se vayan a su lugar seguro, empleando el ancla que se utilizó en el protocolo básico: "botón invisible", taping en las rodillas o "abrazo de la mariposa o del amor a sí mismo" (NLP: El objetivo es reforzar el ancla). Este ejercicio dura 1 minuto aproximadamente.
Por último, El/la terapeuta les dice que respiren profundamente tres veces y que abran los ojos.

PROTOCOLO DEL CUENTO ENCONTRANDO EL CORAZÓN
PREVIO A ESTE PROTOCOLO, HACER EL PROTOCOLO BÁSICO.
El/la terapeuta (o profesional en salud mental) narra un cuento que dice así:
Había una vez tres niñitos que vivían en un lugar muy tranquilo, iban a la escuela, hacían sus tareas, dibujaban y jugaban. Un día comenzó a caer mucha lluvia y cayó tanta lluvia que algunos niños perdieron su casa, ¿qué más perdieron?
Pregunta El/la terapeuta y los niños usualmente responden: sus juguetes, a sus papás, a sus amigos, a su perrito.
El objetivo es que relaten los hechos de su propia vivencia, se identifiquen con los personajes del cuento y se establezca interacción.
El/la terapeuta continúa: Y por esa razón se pusieron muy tristes, tenían pesadillas, no podían dormir, ¿qué más les pasaba?
Pregunta El/la terapeuta y los niños usualmente responden: se acordaban de la lluvia y lo que vieron, tenían miedo y enojo, soñaban feo (pesadillas).(CISM/ICISF: El objetivo es llevarlos de lo cognitivo a lo emocional)
El/la terapeuta agrega:
al principio, era normal sentirse así después de lo que habían vivido (CISM: El objetivo es validar sus emociones y sentimientos), pero ya había pasado mucho tiempo y parecía que esos niños habían perdido su corazón, pues no tenían ganas de reír, estudiar o jugar.
(Esto se dijo debido a que habían pasado poco más de tres meses desde el huracán).
Un día, conocieron a un niño que se veía tranquilo(se evitaron adjetivos calificativos como feliz, encantado, muy contento, debido a la situación real en que los niños de los albergues se encuentran) y le preguntaron que cómo lo había logrado, él niño les dijo, que lo primero que hizo fue platicarle a quien más confianza le tenía cuando se sentía triste o enojado o tenía pesadillas (CISM: El objetivo es ayudar al proceso de recuperación) y que después siguió los colores del arcoiris que se formó cuando terminó la lluvia y salió el sol y encontró el tesoro enterrado que estaba al final.
Los tres niños de nuestra historia decidieron platicar con quien más confianza tenían acerca de cómo se sentían (CISM: El objetivo es ayudar al proceso de recuperación) y después se fueron a buscar el tesoro al final del arcoiris.
Caminaron mucho tiempo (El/la terapeuta se hace taping en sus rodillas y los niños la/lo siguen (EMDR: estimulación bilateral) y cuando estaban cansados se acostaron bajo un árbol grande y fuerte y se quedaron dormidos.
Al despertar los niños, ¿qué creen que vieron?
Y los niños dan ideas. Uno de ellos dijo: El arcoiris. Exacto, dice El/la terapeuta y agrega:
Los niños corrieron por los colores del arcoiris (se hace taping en sus rodillas. EMDR) y al final encontraron un tesoro, ¿qué creen que era ese tesoro? .
Varias respuestas de los niños. El/la terapeuta dice:
SU CORAZÓN. Sientan ustedes su corazón (se les enseña el abrazo de la mariposa o del amor a sí mismo (Objetivo: Estimulación contralateral y darse amor a sí mismo).
Cierren sus ojos mientras se dan el abrazo del amor a sí mismos. Sientan como palpita y como con cada latido se llenan de tranquilidad y seguridad. Sientan el amor que se dan a sí mismos.
Ahora, abran los ojos y tómense de las manos y sientan como estando todos juntos, hacen que sus corazones sean más fuertes (NLP).

PROTOCOLO DE LA PIÑATA
RECOMENDADO PARA GRUPOS MUY GRANDES.
PREVIO A ESTE PROTOCOLO, HACER 
EL PROTOCOLO BÁSICO.
El/la terapeuta (o profesional en salud mental) saca una bolsa de papel grande y les pregunta a los niños: ¿conocen lo que es una piñata? Ante la respuesta afirmativa de los niños agrega: Esta piñata la van a llenar con todas las cosas que ustedes quieran poner aquí dentro, para que se vayan, para que desaparezcan.(GESTALT/NLP). Si los niños no saben lo que es una piñata se les explica.
Las/los integrantes del Cuerpo de Protección Emocional (CPE) reparten pedacitos de papeles de colores entre los niños y El/la terapeuta les pregunta de que color son. Los niños responden: rojo, verde, azul.
El/la terapeuta les dice: cada niño va a pensar algo que le dé miedo, tristeza, enojo o malestar(EMDR: Target/Blanco) y lo va llevar de su cabeza a sus brazos, a sus manos y al papelito(Gestalt/NLP).
El/la terapeuta pasa de uno en uno con los niños y les pregunta que es lo que depositan dentro de la bolsa. Algunas de las respuestas pueden ser: un monstruo, un lagarto, un tigre, un león, una culebra. (Los sueños o fantasías con animales amenazantes son comunes en niños que han sufrido una experiencia altamente traumática.)
Cuando todos los niños han terminado de depositar su papelito en la piñata (bolsa), El/la terapeuta les dice que esta muy pesada y camina con ella como si pesara mucho. (Gestalt/NLP)
El/la terapeuta comienza a cantar, seguida por todos los niños: Dale, dale, dale, no pierdas el tino (canción muy conocida en México y Centroamérica).
Mientras tanto, El/la terapeuta les muestra como hacerse taping en sus rodillas y los niños siguen su ejemplo mientras cantan (EMDR: Estimulación bilateral)
Al final la piñata se destruye, se quema o se entierra (Gestalt/NLP: El objetivo es simbolizar la desaparición de lo depositado en la piñata).

SEÑALES DE ALTA PROBABILIDAD DE POTENCIAL AUTODESTRUCTIVO (SUICIDIO)
Por Ignacio JareroEd.D., Ph.D.,M.T.
Se puede considerar que una persona manifiesta señales de alta probabilidad de potencial autodestructivo y debe ser remitido de inmediato a un profesional en salud mental, cuando presenta:
Antecedentes personales o familiares de intentos de suicidio.
Historia de comportamiento auto destructivo.
Depresión.
Problemas para dormir.
Trastornos de la alimentación.
Invalidez o enfermedad crónica.
Alucinaciones (voces o visiones) que dan órdenes.
Pérdida de varios o de los únicos seres queridos.
Desesperación o carencia de esperanza para el futuro.
Alcoholismo o abuso de drogas.
Inconformidad total con la vida.
Opinión de familiares o de otros, abiertamente expresada, acerca de que sería "mejor" (por razón de incapacidad física, etc.) que muriera la persona.
Varias amenazas "sutiles" de suicidio como: Arreglo de asuntos personales para el futuro; preparación para un "largo viaje"; Regalar posesiones.
Escribir sobre sus ideas suicidas o elaborar un plan específico.
Recomendaciones de "cuidar a mi familia".
Una repentina calma o serenidad inexplicables.
Quejas respecto a que nada puede mejorar.
Interés repentino respecto de la muerte.
Interés o preocupación por alguien que se ha suicidado.
Por favor contáctenos de inmediato para recomendarle a un profesional en Salud Mental y en la Metodología EMDR en su ciudad.

PROCEDIMIENTO PARA NOTIFICACIÓN DE MUERTE
Por Ignacio Jarero, Ed.D., Ph.D.,M.T.
Que un profesional determine legalmente la identidad de la persona muerta.
Notificar siempre en persona. No hacer llamadas telefónicas. Si la llamada telefónica es absolutamente necesaria, arreglar con un amigo o vecino del/la pariente que va a recibir la llamada, para que se encuentre junto a esa persona. No llevar pertenencias de la víctima a la notificación.
Que alguien te acompañe (de preferencia quien esté entrenado en manejo de shock y/o soporte básico de vida).
Antes de la notificación, platica acerca de tus reacciones ante la muerte con tus compañeros de equipo, pues esto te permitirá concentrarte mejor en la familia del fallecido.
Identifícate y pide permiso para pasar.
Siéntate cerca del familiar más cercano a la víctima (primero hay que notificar a esposos/as y padres). Nunca le notifiques a un niño. Si el familiar no habla tu idioma, nunca le pidas a un niño que traduzca.
Usa el nombre de la víctima... “Son ustedes los padres de...”
Informa simple y directamente, con calidez.
No uses expresiones como “expiró”, “pasó a mejor vida” o “perdimos”.
Simplemente di: “Me temo que les tengo malas noticias”. Haz una pausa para permitirles que se preparen. “Di el nombre del muerto... se vio involucrado en (accidente, catástrofe, robo, etc.) y murió. Haz otra pausa. “Lo siento mucho”.
Continúa usando las palabras murió o está muerto/a a través de la conversación. Continúa usando el nombre de la víctima. No digas el cuerpo o el fallecido.
No culpes a la víctima por lo que sucedió, aunque haya sido parcial o totalmente culpable.
No discutas sus sentimientos o los tuyos. Las reacciones intensas son normales. Espera confusión, ira, huida, shock. Si entran en shock, acuéstalos, eleva sus pies, mueve su cabeza hacia atrás, manténlos calientes, monitorea su respiración y llama a los servicios médicos. Si hiperventilan, emplea la técnica que te enseñamos. También puedes emplear las técnicas de psicología de la energía que hemos visto.
Acompaña a los sobrevivientes en su dolor. No permitas que el dolor te inunde.
No uses clichés (ver: frases que no debemos emplear con sobrevivientes a un evento traumático). Emplea las técnicas de comunicación que te enseñamos.
Responde honestamente a todas las preguntas (para ello deberás conocer los hechos). No des más detalles de los que te pregunten.
Ofrécete para hacer llamadas telefónicas, arreglos para el cuidado de los niños, llamar a un sacerdote. Entrégales una lista de las personas a las que llamaste.
Si murió un niño y solo un padre está en casa, notifícale a él/ella y ofrécete para notificarle al otro padre.
No hables con los medios de comunicación, sin el permiso de la familia.
Si la identificación del cuerpo es necesaria, transporta al pariente más cercano a la morgue. Para prepararlo/la psicológicamente, infórmale de cómo es la morgue y de que “Decir el nombre...lucirá pálido por la muerte o describe las condiciones en que se encuentra el cuerpo.
No dejes solos/as a los sobrevivientes. Si viven solos/as, arregla con un vecino o amigo/a, para que les haga compañía.
Cuando te vayas, diles que llamarás al día siguiente, para ver como siguen y si hay algo más que puedas hacer por ellos/ellas.
Al siguiente día llama y de ser posible visita a los sobrevivientes. Si la familia no quiere que vayas, vuélveles a expresar que estás a sus ordenes.
Pregunta a la familia si están preparados/as, para recibir las pertenencias de “Di el nombre”. Respeta sus deseos. Las posesiones deben de entregarse en una caja y no en una bolsa de basura. Las ropas deben de estar lavadas o secas para evitar el mal olor. Cuando la familia reciba los objetos, explícales qué contiene la caja y las condiciones de los objetos, para que ellos/ellas, sepan que esperar cuando decidan abrirla.
Muéstrales a los sobrevivientes que tu preocupación. Comparte con ellos el dolor de la pérdida. De ser posible, asiste al funeral.
Ten a la mano teléfonos y direcciones de profesionales en salud física, mental y tanatología para ofrecérselos a los sobrevivientes.
Lleva a cabo un debriefing con tus compañeros/ras de equipo o con profesionales en salud mental. No intentes cargar tu solo/a el dolor emocional.
EL ABRAZO DE LA MARIPOSA
Por Lucina (Lucy) Artigas, M.A., M.T., e Ignacio Jarero, Ed.D., Ph.D., M.T.
El Abrazo de la Mariposa fue originado y desarrollado por Lucina (Lucy) Artigas, M.A, M.T. (Fundadora de nuestra Asociación), durante el trabajo realizado en Acapulco, Guerrero (México), con los sobrevivientes del huracán Paulina en 1997. (Artigas et al. 2000; Boel, 1999).
Por la creación y el desarrollo del Abrazo de la Mariposa, Lucina Artigas fue honrada con el Premio a la Innovación Creativa de la EMDR International Association (EMDRIA), en el año 2000.
El Abrazo de la Mariposa, es una Estimulación de Atención Dual (EAD) que consiste en cruzar los brazos sobre el pecho. La punta del dedo medio de cada mano debe de quedar bajo la clavícula y el resto de los dedos y la mano deben de cubrir el área que se encuentra debajo de la unión de la clavícula con el hombro y de la clavícula con el esternón, para ello, mano y dedos deben de estar lo más verticalmente posible (los dedos dirigidos hacia el cuello y NO hacia los brazos). Una vez hecho esto, se pueden entrelazar los dedos pulgares (formando el cuerpo de la mariposa) y los otros dedos formarán sus alas.
El abrazo de la Mariposa estimula diversos puntos de acupuntura: Meridiano del Riñón 23,24,25,26 y 27 y Meridiano del Estómago 13,14,15,16 y 17. Cada uno de ellos con muchos beneficios.
Se pueden cerrar los ojos o tenerlos semicerrados, viendo hacia la punta de la nariz.
A continuación, se mueven las manos en un ritmo alternado, como si fuera el aleteo de una mariposa.
Se respira suave y profundamente (respiración abdominal); mientras se observa lo que pasa por la mente y por el cuerpo (pensamientos, imágenes, sonidos, olores, afectos y sensaciones físicas). Sin cambiarlo, sin juzgarlo y sin reprimirlo. Como si observaran nubes que pasan en el cielo.
La duración de este ejercicio la elige el paciente / cliente.
Este método puede ser empleado en varios contextos, por ejemplo:
Para instalar el “Lugar Seguro/Tranquilo,” cuando haya que hacer estimulación bilateral (EB).
Para instalar afectos, cogniciones y sensaciones físicas positivas; asociadas con imágenes producidas por cualquier técnica o protocolo de desarrollo de recursos cuando haya que hacer estimulación bilateral (EB).
Durante el protocolo estándar de EMDR con niños y adultos, con el fin de facilitar el reprocesamiento de una o varias memorias traumáticas. Se piensa que el control que ejerce el paciente /cliente sobre su propia estimulación contralateral, puede ser un factor de empoderamiento que ayuda a la retención de la sensación de seguridad; mientras se procesan las memorias traumáticas.
Durante la exposición en vivo para procesar la experiencia. En la región guatemalteca del Quiché, las personas que presenciaron la inhumación de sus familiares, usan el Abrazo de la Mariposa para auto confortarse y enfrentar la experiencia.
Durante el Protocolo Grupal e Integrativo con EMDR empleado para trabajar con niños y adultos sobrevivientes de eventos traumáticos como desastres naturales o provocados por el hombre, cuando el grupo está procesando el mismo evento. (Aduriz et al 2009; Jarero et al 1999; Jarero et al 2006; Jarero, et al 2008; Jarero& Artigas, 2009).
Con niños palestinos en un campo para refugiados en la ciudad de Belem, el Protocolo Grupal e Integrativo con EMDR con el Abrazo de la Mariposa, pareció fortalecer la resiliencia de 8 niños expuestos a trauma de guerra continuado (Zaghrout-Hodali, Alissa, &Dodgson, 2008).
La Dra. FrancineShapiro (2001) menciona: “El Abrazo de la Mariposa se ha empleado con éxito para tratar grupos de niños traumatizados en México, Nicaragua y en los campos de refugiados de Kosovar” (P. 284).
Se ha observado que el empleo del Abrazo de la Mariposa durante la sesión clínica es auto-tranquilizante para muchos pacientes. Terapeutas han reportado el uso de este método simultáneamente con sus pacientes como una ayuda para prevenir la traumatización secundaria.
Una vez que los pacientes/clientes (adultos o niños), han aprendido este método, el profesional en salud mental puede instruirlos para que lo apliquen entre sesiones, ya sea para modular cualquier emoción perturbadora que aparezca o para regresar al “Lugar Seguro/Tranquilo”.
Otros clínicos han empleado este método como substitución para tocar a los clientes / pacientes, diciéndoles: “Por favor, date un Abrazo de la Mariposa por mí”.
Clínicos han reportado que emplean el Abrazo de la Mariposa con clientes con egos debilitados; pues produce menos abreacción que otras técnicas de estimulación bilateral.
Maestras en una escuela en Guatemala, de niños cuya vivencia con su padre biológico es de desamor y de violencia; les dicen que pueden sentir el amor de su Padre Dios a través del Abrazo de la Mariposa.
En la tragedia de los 65 mineros muertos en Pasta de Conchos, Coahuila (México). Un paramédico logró estabilizar y salvarle la vida a un ingeniero en minas que empezaba a sufrir un infarto, pidiéndole que hiciera el Abrazo de la Mariposa.
Para Esti Bar-Sade (2009), “el Abrazo de la Mariposa se convierte en una clave/ancla de apego, pues está conectado al suave toque de mamá o papá, o a “un buen abrazo de amor”. (P. 292).
2010.
Este material está diseñado para apoyar su trabajo clínico.
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